Parece como si el gran Lemmy Kilmister nos hubiese hablado desde el más allá, porque recientemente su hijo Paul Inder, ha hecho público parte del contenido de un viejo diario que perteneció al líder de Motörhead.
En este diario había mucha información de su vida personal que no ha sido revelada, ideas en el tintero para determinados discos y anécdotas varias con otros músicos conocidos. Muchos datos ya se conocían, pero el más impactante fue que Lemmy puso la diéresis en Motörhead en honor a sus dos verrugas, ya que este signo ortográfico son, al igual que las verrugas, dos puntos.
Esta nueva información rechaza la explicación anterior que dio Lemmy hace muchos años, cuando le respondió a un periodista que puso la diéresis simplemente porque le pareció "cool". Pero la respuesta era un poco más elaborada.
Según explica en este pasaje del diario, Lemmy alaba la "fealdad" que hay en el mundo y cree que se le debe rendir culto. "Yo nunca fui especialmente guapo, y es bastante probable que de no haber sido así, no habría desarrollado una personalidad carismática con la que compensar mi carcasa exterior; una personalidad gracias a la cual fundé Motörhead", escribe.
"Hay mucha belleza prefabricada y bien empaquetada en este mundo: operaciones de estética, la imagen irreal que se pretende en las redes sociales... Y es entonces cuando nos olvidamos de que también hay belleza en lo que no es atractivo, porque en un mundo donde todo es bello, sólo lo feo es capaz de inspirar", continúa.
También comenta que esto es lo que quería transmitir con su sonido sucio, el aspecto horrendo y agresivo de Snaggletooth, la mascota del grupo, y con canciones como 'I ain't nice guy', 'Dog-Faced' o 'Steel your face'.
"No quería dejarlo claro desde el primer momento porque eso habría sido lo 'bonito', pero lo dejo aquí plasmado para que se sepa algún día el por qué bauticé así el grupo", dice.
"A quién esté leyendo esto, recuerda, ser feo no es malo en absoluto, al contrario, puede darte la oportunidad de alcanzar metas que la gente guapa no se puede plantear, porque al fin y al cabo la mayoría son sólo eso: gente guapa", concluye Lemmy Kilmister en esta lección magistral.