La música y el humor son las dos manifestaciones culturales que tienen cabida en Metal por detrás, y por eso no dudamos en denunciar el fascismo que ya trajo la censura y la falta de libertad de expresión a esta tierra.
Recientemente, las movilizaciones de grupos de ultraderecha amenazaron el show de la revista Mongolia en Valencia. No hace falta entrar en política para rechazar estas corrientes como me dispongo a relatar en estas líneas, sólo hace falta conocer nuestra historia y tener un mínimo de sentido común.
Hemos asistido con pesar al incremento de la extrema derecha en Andalucía. El partido ultraconservador Vox ha ganado 12 escaños y será clave para implantar un gobierno de derechas en Andalucía. Este partido se sitúa en el mayor y más peligroso extremo ideológico del tablero, uno que ya se ha extendido en otros países y que gana poder a medida que una parte de la sociedad minusvalora su discurso de miedo y odio y la otra lo aplaude con las orejas.
Esta buena tierra ya sufrió la crudeza del fascismo gracias a generales franquistas como Queipo de Llano, un salvaje que aseguró el éxito del golpe de estado en Sevilla fusilando hasta a 6.000 civiles (frente a las 3 bajas que estos golpistas sufrieron entre sus filas). Este infraser justificaba por la radio la violación de la mujer republicana y animaba a ello, y lo más increíble es que a día de hoy sigue enterrado en un lugar de honor en la Basílica de la Macarena, para asombro de los turistas que pasan por allí y googlean su nombre.
Este mismo año, el PP votó en contra de una moción para extraer sus restos de la basílica, mientras que PSOE y Ciudadanos se abstuvieron. Es necesario recordar la historia, pero también es necesario condenar con rotundidad y unanimidad el fascismo del pasado y del presente, para evitar su auge en el futuro.
Hoy día en cambio, nos encontramos medios de comunicación y políticos que, lejos de condenar el franquismo, lo blanquean llamando "nostálgicos" a sus simpatizantes. Pero al fascismo hay que identificarlo rápido y llamarlo por su nombre sin titubeos: permanecer en silencio o emplear eufemismos malintencionados significa ser cómplice de esta terrible corriente.
Aún en el metal hay quien defiende que la música debe despojarse de todo mensaje ideológico y desmarcarse de estos temas como si no tuviera nada que ver. Por eso queremos recordar algunos grupos de los 80 y 90 que ya mostraron su rechazo frente al fascismo y su desconfianza hacia el sistema y las instituciones andaluzas: Los malagueños MG-15 (pioneros del hardcore punk en el sur) y Epidemia (grupo fuertemente influenciado por Soziedad Alkoholika), los sevillanos Dr. Bad (formación pre-Narco) y los propios Narco, los granaínos Perpetual (formación pre-Hora Zulu) y Canker (míticos del thrash/death en nuestro país), y el grupo cordobés de crossover thrash metal, Pleurosis, que dejaba claras sus pretensiones con esta versión de "Anarchy in the UK" de los Sex Pistols, llamada "Anarquía en Andalucía" (y presente en su único LP, "No más nuclear").
El inconformismo, la resistencia y la denuncia del fascismo ya estaban presentes en el sur entonces y deben seguir estándolo, ahora más que nunca. Como reza el propio himno de la región, "sea por Andalucía libre".
Nueva entrada en el blog: La temática antifascista del metal andaluz de los 80 y 90 y el crecimiento de la extrema derecha. Leer más: https://t.co/nQUUD6moOQ #EleccionesAndalucía pic.twitter.com/f0D4rS0x8y
— Metal por detrás (@metalpordetras) 3 de diciembre de 2018