La reciente asociación sevillana Rock ‘Em All nos había propuesto para Halloween un plan de concierto que nos evitó a muchos acabar en una fiesta entre montones de Joker y Harley Queen. Y la cita era con nada menos que las madrileñas Lizzies, que no dejan de subir como la espuma dentro del panorama, Pulso y Rugido, dos grupos locales que estuvieron muy a la altura de la situación, ¡tanto musicalmente como por sus disfraces!

La sala se emplearía después para una fiesta de Halloween que vendió más aforo del esperado, por lo que una inspección de los bomberos retrasó el comienzo del concierto, previsto para las 21:00 horas.

El grupo sevillano/cordobés Rugido abría el concierto con muchas ganas y una buena dosis de heavy metal. Esta banda lleva desde 2011 dando guerra, y aún andan presentando su primer EP “Resurge”, cuyos 5 tracks cayeron en el setlist aquella noche. Tras la intro arrancaban con “Madre Tierra”, dejando ver una gran influencia del power metal americano desde el primer minuto.

Aunque en temas como “Prometeo” y  “Trueno tras la calma”, estos del EP, llovían tintes de speed metal entre riffs más elaborados, que sumados a los profundos y agudos rugidos de Jesús, les acercaban más al power alemán e incluso a grupos como Enforcer. Su show cayó bien entre el público, entre temas como “Buscando un Paraíso”, “El Cuenta Cuentos” o “Cenizas”, y el grupo sólo tuvo queja de los disfraces cuando Jesús advirtió el calor que daba ponerse traje para tocar, momento que un borracho aprovechó para sugerirle que se lo quitase “eróticamente”. El mismo borracho (si achacamos su estado al alcohol y no a otras sustancias), fue el típico que hay en cada concierto dando un poco por saco y recordándonos al resto de los asistentes el estado tan deplorable en que podemos acabar si nos pasamos de rosca.

Beodos aparte, Rugido mantuvo un sonido consolidado y demostró que, o bien ya tenían unos cuantos fans entre los asistentes que conocían las canciones, o bien éstas son lo suficientemente pegadizas como para que se aprendiesen los estribillos sobre la marcha, como ocurría en “Ruge Siempre”. El grupo acabó bien de tiempo con “Ícaro” y “Rosas Negras”, tema de su videoclip, dejando al público calentito para Pulso.

Los segundos en salir fueron Pulso, una banda local con músicos de renombre que llevan desde 2012 con este proyecto, habiendo editado ya un EP, “Sálvese Quien Pueda”. Por circunstancias de la vida conozco a su bajista, Johnny Sobrino, quien ya me había enseñado tanto a Pulso como a su otro proyecto, Wild Chain; y aunque los primeros no me convencieron en estudio, debo decir que salí con otra impresión completamente diferente tras verlos en directo.

El género de Pulso es difícil de etiquetar, ya que mezclan varias influencias de los 90 y tan pronto temas como “Sálvese Quien Pueda” suenan a power metal como luego te meten riffs más panterianos como en “La Familia”. Se salvan con un directo donde defienden muy bien su sonido y con el hecho de que son buenos músicos: Ninguna queja a las melódicas vocales de JC Bocanegra, Ernesto Cruz se sale con la guitarra y Johnny es fácilmente uno de los mejores bajistas nacionales que he tenido el gusto de ver en directo. De hecho, incluía tales filigranas con el bajo que algunos pasajes parecían de funk, así de difícil resulta clasificarlos, por si los toques de power, groove, nu metal e incluso prog no fueran suficientes.

Tocaron temas como “Colateral”, “Consu Mr.” o “Una de ejecuciones”, donde dejaban constancia de sus muchas influencias y con buena acogida por parte del público. Nuestro borracho volvía a aparecer en escena cuando Boca pidió agua para aclararse la garganta y éste se ofreció a buscarla, y como no podía ser de otra manera, el amigo apareció con un botellín de cerveza, invitando sutilmente al vocalista acabar en su mismo estado.

Cabe destacar la tralla que le metieron a una versión de “The House of the Rising Sun”, que nos llevaba a imaginar a The Animals puestos de éxtasis y tocando este clásico. Siguieron repasando su EP y temas aún por editar con “Todos Muertos”, “Bullets” y “Lobo”, con un pegadizo estribillo que atrapaba la participación de los asistentes. Terminaban con “La Familia”, con riffs cercanos al groove y cambios de ritmo que obligaban a un servidor, centrado en la labor fotográfica, a menear el cráneo como un condenado. Los sevillanos dejaban el pabellón bien alto y listo para la cabeza del cartel.

Las Lizzies empezaban con el tiempo muy justo pero dispuestas a pasárselo bien. Este grupo femenino de heavy metal está ganando cada vez más adeptos tanto fuera como dentro de las fronteras, y en Sevilla ya se notaba el tirón por los no pocos seguidores que coreaban sus letras. Arrancaron con una breve intro instrumental que en el setlist señalan como “Fuck you!”, dando paso a “666 Miles”, tema de su reciente primer LP “Good Luck”.

Su sonido es más fácil de clasificar que el de los grupos previos, y es que Lizzies se mueve en la más pura New Wave Of British Heavy Metal, de la línea de nombres legendarios como Iron Maiden, Saxon, Kiss, los dos primeros de Def Leppard, Sweet Savage, Tank o Budgie. Y por supuesto, el torrente de Elena nos lleva a recordar otras voces femeninas como las de Girlschool, Vixen, Crucified Barbara o la desconocidísima voz de War Machine. A Doro me la salto porque la auténtica damisela del metal por excelencia siempre ha sido y será Lita Ford, otra mujer y banda que sin duda ha influenciado a las madrileñas.

Aunque fue el único grupo de la fiesta que no se disfrazó, canciones como “Phoenix” y “Mirror Maze” o “Night in Tokyo” ya las convertía en el centro de atención. Hasta nuestro amigo ebrio parecía extasiado con tantos estímulos y no dejaba de grabar con su móvil ni un segundo. Imaginad cuando despierte con resaca y vea en el vídeo la de vueltas que dio.

Como iban cortas de tiempo, las Lizzies quitaron del setlist las dos únicas canciones que había del EP, “Sacrifice” y el tema homónimo. “8 Ball” precedía a un solo de la nueva batería, Saray, para justo después versionar el clásico de AC/DC “Whola Lotta Rosie”, con muy buen hacer. Cabe destacar el directo cuidado al milímetro que muestran, no sólo en el apartado musical: Se nota en cada pequeño detalle lo calculado y trabajado de su espectáculo y las horas que han echado detrás.

Pasaban el ecuador del setlist con “Russian Roulette”, sin bajar el nivel ni un instante y animando con unos coros muy pegadizos, y seguían repasando su LP con “One Night Woman”. Los únicos temas que no eran de “Good Luck” fueron los siguientes, “Pick Out the Jam”, que aportaba un toque muy rockero, y “Rosa María”, ambos entendemos que temas nuevos puesto que no aparecen en el resto de su discografía.

Terminaban con “Viper”, tema elegido para el single previo al disco, y de despidieron con “Speed on the Road”, tema del EP que regrabaron para el nuevo trabajo y con el que hicieron videclip. Con esta forma de acabar, las Lizzies llevaron al público a su punto álgido y se fueron por todo lo alto.

Tenemos que agradecer a la organización Rock ‘Em All y a las magníficas bandas Lizzies, Pulso y Rugido por hacernos pasar tan divertido Halloween a los asistentes. ¡Recomendados quedan!

Si quieres que la crónica de tu concierto aparezca en Metal por detrás, escríbenos con el asunto "Crónica".